VI FERIA ANUAL DE FILOSOFÍA

VI FERIA ANUAL DE LA FILOSOFÍA
FILOSOFAR EN DEMOCRACIA
4 de octubre de 2013

miércoles, 7 de octubre de 2009

PLATON: VIRTUDES DEL ALMA



Trabajo realizado por Mercedes Natalí Vazquez, estudiante de Primer año del Profesorado en Filosofía del Instituto Santiago El Mayor.



La práctica de la virtud permite alcanzar al hombre la felicidad. ¿Qué es la virtud?
Platón reconoce la identificación socrática entre virtud y conocimiento. La falta de virtud no supone una perversión de la naturaleza humana; la falta de virtud es equivalente, pues, a la ignorancia. Sólo quien conoce la Idea de Bien puede actuar correctamente, tanto en lo público como en lo privado, nos dice Platón en la República. Cuando alguien elige una actuación que es mala lo hace, según Platón, creyendo que el tipo de conducta elegida es buena, ya que nadie opta por el mal a sabiendas. En este sentido la virtud cardinal es la prudencia, la capacidad de reconocer lo que es verdaderamente bueno para el hombre y los medios de que dispone para alcanzarlo.
Platón nos habla en la República de cuatro virtudes principales: la sabiduría, el coraje o fortaleza de ánimo, la templanza y la justicia. Como hemos visto, establece una correspondencia entre cada una de las virtudes y las distintas partes del alma y las clases sociales de la ciudad ideal. La parte más elevada del alma, la parte racional, posee como virtud propia la sabiduría; pero la justicia, la virtud general que consiste en que cada parte del alma cumpla su propia función, estableciendo la correspondiente armonía en el hombre, impone los límites o la proporción en que cada una de las virtudes ha de desarrollarse en el hombre. El hecho de que Platón tenga una concepción absoluta del Bien hace que la función de la parte racional del alma siga siendo fundamental en la organización de la vida práctica del hombre, de su vida moral.
Según lo expresa Rodolfo Mondolfo, en su obra El Pensamiento Antiguo, Platón reconoce cuatro virtudes en el Estado, que son a su vez virtudes del individuo: Sabiduría, valor, prudencia y justicia. Sabio porque de buen consejo, la templanza como una especie de dominio sobre los placeres y apetitos, como una armonía.
Llamaremos valeroso al individuo por esta parte cuando su facultad pasional, en medio de los dolores y placeres, considere lo que la razón prescribe como peligroso o no. Y sabio por aquella pequeña parte que gobierna en él, teniendo en sí misma la ciencia de que beneficia a cada una y a toda la comunidad de las tres. Por lo tanto, cada uno será justo y cumplidor de sus funciones si las partes de su alma hacen cada una lo que le corresponde: a la racional mandar, porque es sabia y tiene el cuidado de toda el alma, a la pasional le incumbe estar sujeta y atada a ella, y estas dos presidirán a la apetitiva, y velarán que haciéndose muy fuerte ensaye esclavizar y dominar a las que por su naturaleza no debe, y no perturbe la vida de todas.
La virtud sería una especie de salud, belleza y bienestar del alma. Así, el alma justa y el hombre justo, vivirán bien y mal el injusto. Pero quien vive bien, es feliz y bienaventurado, y quien no al contrario.
 
Alma, tarea y virtud
La ciudad platónica se compone de tres clases sociales que se corresponden con las tres partes del alma, a cada clase, se le asigna una tarea y una virtud.
La organización social se encuentra estrictamente jerarquizada ya que no todos los hombres se encuentran dotados por la naturaleza ni deben ocuparse de las mismas tareas.

1 comentario:

  1. A todos los estudiantes de 1° año FELICITACIONES!!! excelentes sus producciones... desde el texto, desde lo gráfico, desde la poesía se advierte que la sensibilidad de todo filósofo ya es parte de Uds... Continúen así!!! Un gran saludo a todos

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Feria de la Filosofia - Octubre de 2008