Trabajo elaborado por Andrea González
y Luz Tapia alumnas de 2º Año del Profesorado de Filosofía del Instituto
Superior “Santiago El Mayor”
y Luz Tapia alumnas de 2º Año del Profesorado de Filosofía del Instituto
Superior “Santiago El Mayor”
Luego de las guerras médicas, que enfrentaron a las ciudades y colonias griegas con los medos y los persas, hacia el siglo V a.C. Varias de esas ciudades, al aparecer la democracia debieron reconocer a todos los ciudadanos libres y por lo cual tenían la posibilidad de acceder a cargos públicos. Los sofistas ofrecían la enseñanza apropiada para el ejercicio de las actividades de la ciudadanía y de los cargos del gobierno, siendo estos capaces de enseñar el camino al éxito político por medio del aprendizaje de la retórica, el derecho y la política a aquellos ciudadanos que estaban en condiciones de pagar por la enseñanza.
Atenas se convirtió en el centro económico, político e intelectual de toda Grecia Antigua. Allí floreció especialmente la sofística, doctrina filosófica que reoriento fundamentalmente a los temas del hombre, la organización social, las leyes y las costumbres.
El Estado en el siglo V es el punto de partida histórico necesario para la consolidación del gran movimiento educador que da el sello a este siglo y al siguiente y en el cual tiene su origen la idea de la cultura occidental.
La idea de la educación nació de las necesidades mas profundas de la vida del Estado y consistía en la conveniencia de utilizar la fuerza fomentadora del saber, la nueva fuerza espiritual del tiempo y ponerla al servicio de aquella tarea.
Desde un principio, el movimiento educador que orientan los sofistas no fue la educación del pueblo, sino la educación de los gobernantes, en el fondo no era otra cosa que una nueva forma de educación de los nobles.
En parte alguna en Atenas tuvieron todos, aun los simples ciudadanos, todas las posibilidades de adquirir los fundamentos de una cultura elemental a pesar de que el Estado no tenía la escuela en sus manos. Pero los sofistas se dirigían ante todo a una selección.
Los sofistas además de buscar el saber en cuanto tal atendieron cuestiones prácticas y que para ellos resultaba esencial el conseguir alumnos. También es verdad que la finalidad práctica de la doctrina de los sofistas tiene un aspecto notablemente positivo, ya que gracias a ellos el problema educativo y el afán pedagógico pasan a primer plano y asumen un nuevo significado. En efecto, se transforman en divulgadores de la idea según la cual la virtud (arete) no depende la nobleza de la sangre y del nacimiento, sino que se basa en el saber. Se comprende así debido a que para los sofistas la indagación de la verdad estaba necesariamente ligada con su difusión. La noción occidental de educación, basada en la difusión del saber, debe mucho a los sofistas.
Estos pensadores intentaban satisfacer necesidades del momento histórico, aunque a la vez poseían libertad de espíritu frente a la tradición, las normas y las conductas codificadas, y mostraron una confianza ilimitada en las posibilidades de la razón.
Entre los sofistas podemos diferenciar tres grupos: Por un lado, los grandes celebres maestros de la primera generación, los cuales no carecían de criterios morales y que el mismo Platón considera dignos de respeto; por otro, los eristas que llevaron a un exceso el aspecto formal del método, no se interesaron por los contenidos y carecieron asimismo de la altura moral de los maestros; y finalmente los sofistas políticos que utilizaron las ideas sofisticas en un sentido que hoy calificamos de ideológicos, estos con finalidades políticas y que cayeron en diversos excesos, llegando incluso a la teorización del inmoralismo.
Los sofistas sostenían que los hombres no debían limitarse a cumplir las leyes, sino crear las leyes del Estado, y para ellos era indispensable, además de la experiencia que se adquiere en la práctica de la vida política, una intelección universal sobre la esencia de las cosas humanas.
El fin de la educación sofista, la formación del espíritu, encierra una extraordinaria multiplicidad de procedimientos y métodos. En la sofistica, el espíritu era concebido como un principio formal, encontramos en ella dos modalidades diferentes de educación del espíritu, uno de ellos es la transmisión de un saber enciclopédico y la otra es la formación del espíritu en sus diversos campos. La educación anterior a la sofistica desconoce la distinción moderna entre la cultura y la religión, se halla profundamente enraizada en lo religioso, la ruptura tiene lugar en tiempos de la sofistica, que es la vez la época de la creación de la idea consiente de la educación.
Se han considerado a los sofistas como los fundadores de las Ciencias de la Educación, pusieron los fundamentos de la Pedagogía, estos no consideraron a su teoría o arte como ciencia sino como techné. Tres son los factores elementales de toda educación por un lado la naturaleza, por otro la enseñanza y por ultimo el hábito, los cuales se fundan en teorías pedagógicas más antiguas.
Uno de los principales sofistas fue Protagoras para el cual la vida del individuo desde su nacimiento se halla sujeta a influjos educadores. La nodriza, la madre, el padre, el pedagogo rivalizan en formar al niño cuando le enseñan lo que es justo e injusto, feo y bello. Luego va a la escuela y aprende el orden así como el conocimiento de la escritura y la lectura y a manejar la lira.
El movimiento de estos pensadores fue infravalorado y se lo considero como un movimiento de decadencia del pensamiento griego. Solo en nuestro siglo ha sido posible efectuar una sistemática revisión de aquellos juicios, con la consiguiente revalorización radical de ese movimiento, desde el punto de vista histórico y filosófico. Hoy en día, la mayoría comparte las conclusiones de W Jaeger ¨ los sofistas son un fenómeno tan necesario como Sócrates y Platón; mas aún, estos sin aquellos resultan del todo impensables ¨.
Atenas se convirtió en el centro económico, político e intelectual de toda Grecia Antigua. Allí floreció especialmente la sofística, doctrina filosófica que reoriento fundamentalmente a los temas del hombre, la organización social, las leyes y las costumbres.
El Estado en el siglo V es el punto de partida histórico necesario para la consolidación del gran movimiento educador que da el sello a este siglo y al siguiente y en el cual tiene su origen la idea de la cultura occidental.
La idea de la educación nació de las necesidades mas profundas de la vida del Estado y consistía en la conveniencia de utilizar la fuerza fomentadora del saber, la nueva fuerza espiritual del tiempo y ponerla al servicio de aquella tarea.
Desde un principio, el movimiento educador que orientan los sofistas no fue la educación del pueblo, sino la educación de los gobernantes, en el fondo no era otra cosa que una nueva forma de educación de los nobles.
En parte alguna en Atenas tuvieron todos, aun los simples ciudadanos, todas las posibilidades de adquirir los fundamentos de una cultura elemental a pesar de que el Estado no tenía la escuela en sus manos. Pero los sofistas se dirigían ante todo a una selección.
Los sofistas además de buscar el saber en cuanto tal atendieron cuestiones prácticas y que para ellos resultaba esencial el conseguir alumnos. También es verdad que la finalidad práctica de la doctrina de los sofistas tiene un aspecto notablemente positivo, ya que gracias a ellos el problema educativo y el afán pedagógico pasan a primer plano y asumen un nuevo significado. En efecto, se transforman en divulgadores de la idea según la cual la virtud (arete) no depende la nobleza de la sangre y del nacimiento, sino que se basa en el saber. Se comprende así debido a que para los sofistas la indagación de la verdad estaba necesariamente ligada con su difusión. La noción occidental de educación, basada en la difusión del saber, debe mucho a los sofistas.
Estos pensadores intentaban satisfacer necesidades del momento histórico, aunque a la vez poseían libertad de espíritu frente a la tradición, las normas y las conductas codificadas, y mostraron una confianza ilimitada en las posibilidades de la razón.
Entre los sofistas podemos diferenciar tres grupos: Por un lado, los grandes celebres maestros de la primera generación, los cuales no carecían de criterios morales y que el mismo Platón considera dignos de respeto; por otro, los eristas que llevaron a un exceso el aspecto formal del método, no se interesaron por los contenidos y carecieron asimismo de la altura moral de los maestros; y finalmente los sofistas políticos que utilizaron las ideas sofisticas en un sentido que hoy calificamos de ideológicos, estos con finalidades políticas y que cayeron en diversos excesos, llegando incluso a la teorización del inmoralismo.
Los sofistas sostenían que los hombres no debían limitarse a cumplir las leyes, sino crear las leyes del Estado, y para ellos era indispensable, además de la experiencia que se adquiere en la práctica de la vida política, una intelección universal sobre la esencia de las cosas humanas.
El fin de la educación sofista, la formación del espíritu, encierra una extraordinaria multiplicidad de procedimientos y métodos. En la sofistica, el espíritu era concebido como un principio formal, encontramos en ella dos modalidades diferentes de educación del espíritu, uno de ellos es la transmisión de un saber enciclopédico y la otra es la formación del espíritu en sus diversos campos. La educación anterior a la sofistica desconoce la distinción moderna entre la cultura y la religión, se halla profundamente enraizada en lo religioso, la ruptura tiene lugar en tiempos de la sofistica, que es la vez la época de la creación de la idea consiente de la educación.
Se han considerado a los sofistas como los fundadores de las Ciencias de la Educación, pusieron los fundamentos de la Pedagogía, estos no consideraron a su teoría o arte como ciencia sino como techné. Tres son los factores elementales de toda educación por un lado la naturaleza, por otro la enseñanza y por ultimo el hábito, los cuales se fundan en teorías pedagógicas más antiguas.
Uno de los principales sofistas fue Protagoras para el cual la vida del individuo desde su nacimiento se halla sujeta a influjos educadores. La nodriza, la madre, el padre, el pedagogo rivalizan en formar al niño cuando le enseñan lo que es justo e injusto, feo y bello. Luego va a la escuela y aprende el orden así como el conocimiento de la escritura y la lectura y a manejar la lira.
El movimiento de estos pensadores fue infravalorado y se lo considero como un movimiento de decadencia del pensamiento griego. Solo en nuestro siglo ha sido posible efectuar una sistemática revisión de aquellos juicios, con la consiguiente revalorización radical de ese movimiento, desde el punto de vista histórico y filosófico. Hoy en día, la mayoría comparte las conclusiones de W Jaeger ¨ los sofistas son un fenómeno tan necesario como Sócrates y Platón; mas aún, estos sin aquellos resultan del todo impensables ¨.
Curso de Especialización de Postítulo en Filosofía y Educación
ResponderEliminarEste programa está dirigido a licenciados y licenciadas de Filosofía, Humanidades, y Ciencias Sociales, como
asimismo a docentes de los diversos niveles de la educación y a profesionales de la educación que estén interesados
en profundizar en las temáticas propias del curso.
DESCRIPCIÓN
El Curso de Especialización en Filosofía y Educación, Mención en Educación en valores y ciudadanía democrática
o Mención en Filosofía e Infancia, consta de dos asignaturas: una asignatura troncal común, Fundamentos
filosóficos para una educación democrática, constituida por módulos que dan cuenta de diversos enfoques
filosóficos, y una asignatura de Mención en Educación en valores y ciudadanía o en Filosofía e Infancia, las que
finalizan con la realización de una monografía.
Informaciones, contacto y postulaciones:
E-mail: fye@uchile.cl
Fonos: 978.70.04 – 978.70.05 / 8 9031305 (Asistente de coordinación: Tania Baéz C.)
Fax: 978.71.84
Dirección: Capitán Ignacio Carrera Pinto 1025 – 4° piso, Ñuñoa